Saturday, June 19, 2021

EL OCASO DEL AVEMARÍA - POEMARIO



1) LA BIFURCACIÓN INELUCTABLE

Si se puede ir a Jesucristo sin pasar por María, sólo con el auxilio del divino Espíritu Santo, entonces la mariología romana está demás, sobra.
Si se puede ir a Dios Padre sólo por medio de Jesucristo, en el ministerio del Espíritu de vida, despreciando la mediación subordinada de María, entonces la mariología romana está demás, sobra.
Si acudir a ella es optativo, María es desechable.
Si acudir a ella es obligatorio, Dios depende de María.
Si no se puede ir a Dios sin pasar por María, entonces la Biblia está demás, sobra, ya que la Sagrada Tradición ocupa todo ese lugar, convirtiéndola en una deidad femenina, clandestina.

2) LOS ORÍGENES DE SUS DOS NATURALEZAS

En la Encarnación María le entregó su naturaleza humana y en la misma Encarnación y a la misma hora preordinada Dios le entregó su naturaleza divina y una misión sin igual. Ella fue concebida por obra y gracia del Espíritu de Dios. Son las dos naturalezas inseparables del Salvador, que era enteramente Dios y enteramente hombre; de Emanuel, el Dios transitando entre nosotros.

María: no era la madre de la divinidad de Jesús;
era ajena al lado divino de Jesús;
nada tenía que ver con la divinidad del Salvador;
no era la madre de su divinidad;
no es la madre de la divinidad;
no es la madre de Dios.
El Creador no tiene ancestros.
María, la siempre humana y nunca divina, era la madre de la humanidad de este divino ser, de este ser totalmente humano y totalmente divino.

3) EN EL MES DE MARÍA

En su mes, no se prohíbe solapadamente relegar el ministerio de intercesión exclusiva del Espíritu Santo. A ella se le alabará con tal levedad y astucia, que los católicos leídos pensarán que adoran al Señor. Mismamente sortearían el barullo de la idolatría. En su mes, a María de le reza con antorcheros, se le canta con sopraninas y se le cabriolea, para que creamos que únicamente encumbran al Señor subrepticia e incondicionalmente. Por lo menos, esta es la primera impresión que se le traspasará a la lerda, bautizada y ultrajada audiencia. Las tácticas estiladas son de un alto coeficiente. Como nunca, ella en su mes es la médula de un reino.

4) UN SER INSUPERABLE

¿Quién recepciona más plegarias y elogios?
¿María o el Espíritu Santo?

¿Quién recibe más miradas y a personas contritas?
¿María o el Espíritu Santo?

¿Quién recibe más halagos y a contusos?
¿María o el Espíritu Santo?

¿Quién se anota con más feriados religiosos y solemnidades?
¿María o el Espíritu Santo?

¿Quién se anota con más documentos pontificios?
¿María o el Espíritu Santo?

¿Quién le hurta más horas al Primado de Italia?
¿María o el Espíritu Santo?

¿A quién se le exalta y se le rumbea más?
¿a María o al Espíritu Santo?

¿Quién suma más peregrinaciones y novenas?
¿María o el Espíritu Santo?

¿Quién posee un índice más extenso de devociones?
¿María o el Espíritu Santo?

¿Quién posee más sitos web, cofrades y advocaciones?
¿María o el Espíritu Santo?

¿Quién aglomera más emociones, cumplidos y lagrimones?
¿María o el Espíritu Santo?

¿A quién se le adora más dentro del campo, como en Lourdes?
¿a María o al Espíritu Santo?

Si contestas atinadamente te apoderarás de un avemaría impreso con unas letras de hidrógeno. Queda el consuelo de que en cantidad de coros, Cristo riñe pacíficamente con María. A veces le cantan más a Él, a veces más a ella. Con una fidelidad masoquista algunos ensayan meses enteros sólo para honrar a María, aislando grácilmente al primero de sus hijos. Jesús y los apóstoles jamás ordenaron alabarla, mas los renegados ilustres sí, y con recogimiento. El calendario mariano universal registra 365 fiestas, para todos y cada uno de los días del año. La idolatría es global y sin grietas. En vivo, ni Dios recibe más gloria. Oremos para que las plagas romanas no hiendan a la Tercera Persona de la Santísima Trinidad.

5) EL ROLLIZO INFLUJO DEL SANTO ROSARIO

I

Se rezan diez avemarías
y un solitario padrenuestro.

Por sondables motivaciones,
las preferencias son de diez a uno.

Dios Padre fue incluido a última hora
y se le evitó una crisis de ansiedad.

Los cardenales insisten en que es contraproducente
que el Altísimo se sienta despechado.

Un avemaría es una rosa para ella.
Se consumieron las rosas de las galaxias.

Las preferencias por Dios son de uno por diez.
¿Quién da menos? ¿quién blasfemará más?

II

Hay quince promesas para el hincha del rosario.
Ni el demagogo más ducho te ofrecerá más.

Las bendiciones y beneficios inminentes son esplendidos.
Cristo sin María es un mediador patitieso y alicaído.

Queda de manifiesto que es el Nazareno el que recibiría
toda la gloria, honra, plegarias, letrillas, aves y vítores.

El Padre Dios estuvo a un parpadeo
de ser apartado del patético rosario.

Le añadieron cinco iluminados misterios más
en calidad de suero medicinal, en una camilla.

Por más misterios que le anexe Juan Pablo II,
presbíteros y laicos no se descarriarán mucho más.

La letanía lauretana te corroe por tus cuatro rincones
y los pasos luminosos en ti son una arlequinada.

Misterios gozosos, luminosos, dolorosos y gloriosos,
y el tabaquismo rígido es tu carta de predicación.

Cuando Jesús les enseñó a orar,
les evidenció que con la estructura del padrenuestro bastaba.

El rosario, resumen del paganismo de etiqueta,
es la fibrosa venda que te descarta de la salvación del alma.

En una aplicada actitud malévola y distendida,
el clero te transporta a los sulfurosos brazos de María.

6) LA OBRA MAESTRA

La armaron de a poco, con paciencia oriental, sacrificio mancomunado y fétida inobediencia a lo estipulado con paroxismo en los Textos Sagrados. El proceso de meretricio fue lioso y pausado. Los que partieron de este mundo desaborido y que hoy reaparecerían suplicando perdón, se atarearon con tesón y artimañas didácticas, unos en el estrellato y otros en los arrabales, en pos de una causa que hoy los emplea de queroseno en el principado de los ángeles conjurados. Jactanciosos exhiben una fina mercancía que es la envidia insana de taumaturgos encallecidos, coruscados, teorizadores barbihechos, relampagueados, buscadores de tesoros marinos, inversionistas, bocazas, ruleteros inalienables, potentados y avariciosos: la mariología. No cualquier sociedad anónima cimienta una diosa que le haga a todo, que haga de todo y que además sea la mamá del Supremo Hacedor.

7) DE LA MISMA CAMADA PÍA

La fe de María no rebasó a la de otros magnos ungidos,
lo mismo sucedió con su rectitud y consagración al Señor.
Llena de gracia como el héroe Esteban y otros.
Su salvación no varió a la de los apóstoles.
Cristo murió por ella también, irrefutablemente.
Fue elegida como Abraham, Moisés, Juan y otros.
Su agonía en el Gólgota no fue más terrible
que la de los santos quemados vivos por la Inquisición.
Otros sí fueron señalados tácitamente como grandes del reino.
Acogió una singular e indispensable misión
desde el mismo reino de los cielos, como otros.

8) UNA PECADORA OBVIAMENTE REDIMIDA

María lo expresó sin ambigüedades: “y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador”. Esta es una expresión típica y recurrente de las pecadoras salvadas por el Señor. Si María no pecó no necesitó decir: “mi Salvador”, y entonces Jesús no falleció por todos y su sacrificio fue incompleto, mocho. Todo ser humano necesita arrepentirse.
¿Ella fue una santa judía sin arrepentimiento?
¿Ella fue una santa cristiana sin arrepentimiento?
¿Ella enseñaba del arrepentimiento sin un testimonio?
“Entonces el ángel le dijo: María no temas porque has hallado gracia delante de Dios”. Ella ya no temerá. La gracia la alcanzó y debido a su salvación se convirtió en una habitación idónea para portar en sus entrañas al Mesías. “y Dios miró con compasión la bajeza de su sierva”. El Señor es grandemente compasivo.
Ella no fue concebida por obra y gracia de la Tercera Persona de la Santa Trinidad y heredó la naturaleza caída de sus padres, como Juan el Bautista y todos los otros siervos de Dios. El nacimiento de María fue tan adánico como su muerte.

9) UN ENDIOSAMIENTO SIN OSCILACIONES

“Exceptuando sólo a Dios, María es más excelente que todos, y por naturaleza bella y hermosa y más santa que los querubines y serafines. Todas las lenguas del cielo y la tierra no serán suficiente para alabarle” (Ineffabilis Deus).

¿Las millones de lenguas de ángeles y hombres no son suficientes para alabar a María? Esta idolatría desenfadada los sincera, los trasluce. Algunos mariólatras se enferman de los nervios con tanto atropello al Nuevo Testamento.
“No tendrás dioses ajenos delante de mí”,
ni sobre mí, ni a mi diestra, ni en mis templos.
Si a un mariano de fina selección se le obliga por un año completo cantarle sólo a Jesucristo, se chifla, se agarrota, se encharca y se desmiembra.

10) EL ACUEDUCTO

Cristo es la cabeza, el rebaño es el cuerpo y María es el cuello, el canal por donde fluirían las maravillas y bendiciones del Padre Dios, sin dejar enyesado en el zaguán al Espíritu Santo. Dependiendo del número de dudas del practicante, esta burocracia acepta adicionar un santo o cuatro, sin enmarañar más el engorroso procedimiento. La bendición pasaría del Padre a Cristo, de Cristo a María, de María al o los santos y de éste o estos al creyente. Al Espíritu Santo tratarían de acomodarlo. Clarísimo está que el Salvador intercediendo solo es un inepto, un muerto de hambre, un payo.
Carece de valor que Dios Espíritu Santo haya sentenciado con tanta intransigencia y lisura: “y un solo mediador entre Dios y los hombres”. El Espíritu de vida no se retractará jamás por lo escrito, por lo inspirado, por lo cierto ¿O tal vez el cabeza de piedra del Romano Pontífice no advierte que un solo mediador significa un solo mediador y no dos o uno y medio?

¿Es María una obligación en la intercesión?
¿Es el Espíritu Santo una obligación en la intercesión?
¿o es vital que participen los dos, siempre?
¿Quién conduce a la verdad, al camino y a la vida al rebaño? ¿María o Dios Espíritu Santo?
¿Es que el Espíritu requiere de un complemento,
de un suplemento, de una subsecretaria?
¿Qué Dios Espíritu Santo minusválido es éste?

11) LA VÍA DIRECTA

En aquella época todos iban sin excepciones o catolicismo alguno, directo a Jesús de Nazaret, al rabí, sin digresiones y terminantemente. Todos y todo iba en línea recta a Él sin arrodeos, sin magisterios pulcros, sin imágenes bendecidas, sin muletas, sin tradiciones, sin zarabandas, sin tramitaciones benefactoras, sin sacramentos, sin aduanas y sin miedo. El creyente franco en medio de su angustia sólo dice: “Hijo de David, ten misericordia de mí”. Eso es todo coadjutores, feudatarios, iniciadores y ritualistas. Al cristiano vivo es a quien se le ordena orar al Padre por el prójimo, yendo al mediador Cristo con la propulsión y tutela del Espíritu Santo, sin revisionismos ni acomodos. Invoca al que vive y reina, no a la reina que ya no vive, no a los difuntos prominentes o a fetiches dulzones. Las palabras del tierno y siempre asequible Redentor grabadas en los libros sagrados, iban y van directo a la población, con el socorro y caudillaje del Consolador solo. Los idiotizados por la Sagrada Tradición no lo consienten. Cuando captan algunos rayos del embarazoso evangelio, los refutan de inmediato para que la admisión al carbonizante purgatorio no se les enrede más. Disimuladamente, el catecismo romano no rescindió varias páginas de los Textos Sagrados, por benévolas. Desde la etapa apostólica hasta el Apocalipsis, todos los hambrientos de victoria van directo al cordial Salvador, como por un deslizadero corto. Así es el cristianismo del Espíritu Santo ¿Cuándo un bautizado adquiere el pulcro hábito de ir al Padre desairando a María, la embarra? ¿se desperfila? ¿lo citan al confesionario con un sambenito? La verdadera religión es la relación personal entre Dios y el alma humana por medio de Cristo Jesús.

12) LA DIVINA

I

¿Quién es uno con el Padre?
¿quién es el único y suficiente camino al Padre?

¿Por qué María recepciona más bailoteos, tonadillas,
peregrinaciones, prosas y asuetos que el Padre?

¿Por qué María supera en adulaciones al Padre?
¿el avemaría complementa al insuficiente padrenuestro?

Si Dios es la fuente de la sabiduría,
María es el asiento de la sabiduría.

Si Dios es un Dios de vivos,
ella es la madre de los vivientes.

Si Dios es nuestro Padre,
ella es nuestra madre.

Si el Padre dirige a la Juventus,
ella dirige al Real Madrid.

Si el Padre es el Dios Todopoderoso,
ella es la Virgen poderosísima.

Padre de misericordia es Dios,
entonces ella es la madre de la misericordia.

Si Dios es santísimo,
ella es la Virgen Santísima, axiomáticamente.

Que absolutamente toda la gloria sea para el Padre.
Las glorias de María del infame Ligorio infestan los altares.

Si el Padre es etcétera, ella también lo es.

¿Creará un teólogo radiante la manera de adorar aún más a María, con y sin recato? El desafío está abierto y los postulantes se estimulan.

II

Si Cristo fue un ser sin pecado,
entonces María también fue un ser sin pecado.

Si Cristo es el Señor de señores,
María es la Señora de señores.

Sagrado corazón de Jesús:
Purísimo corazón de María.

Si el Nazareno ascendió al cielo,
María también ascendió al cielo.

Si Cristo es el único mediador hacia el Padre,
entonces María también puede interceder.

Si Jesús se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios,
entonces María ofreció a Cristo al Padre en el Gólgota.

Si Cristo es la puerta del cielo,
entonces María también lo es.

Si Cristo es el Redentor,
entonces María es la corredentora.

Si Cristo es el rey,
entonces María es la reina.

Si Cristo conduce la orquesta sinfónica de Londres,
María conduce la orquesta sinfónica de Paris.

Si Cristo posee las llaves de la muerte,
María también las posee.

Si Cristo es perfecto y hermoso,
ella es perfecta y hermosa.

Cristo ve y sabe todo lo que necesitamos.
María ve y sabe todo lo que necesitamos.

Si Cristo es el Patrón,
María es la Patrona.

Cristo está sobre los ángeles y santos,
María está sobre los ángeles y santos.

Si Cristo es el único abogado de los hombres,
entonces María también aboga por los hombres.

Si Cristo es etcétera, entonces María también lo es.

En el cuadrilátero la pelea es pareja. Cualquier atributo que posea Dios, el diablo se lo asigna de inmediato a María. Así nos vamos. Una por una, una por otra.

Satán no pestañea.

III

Si el Espíritu Santo es el auxilio,
entonces María es la auxiliadora.

Si el Espíritu Santo es el socorro,
entonces ella es el perpetuo socorro.

Si el Espíritu Santo es guía,
entonces María también lo es.

Si el Espíritu Santo es el Consolador,
entonces María es la consoladora.

Si el Espíritu Santo es el dispensador de todas las gracias,
entonces María también es la dispensadora de toda gracia.

Los rezos que invocan al Espíritu Santo y a María son casi idénticos.
Mas a ella le dan más amor, tiempo y dedicación.

Si el Espíritu de vida es etcétera,
entonces María también lo es.

Cualquier atributo que tenga Dios,
el diablo se lo asigna de inmediato a María, sutilmente.

Satán no pestañea.

13) LA MISERICORDIA QUE TODO LO ABARCA

El creyente queda tan lleno y relleno con la misericordia de Jesús de Nazaret, que nada más le cabe ni precisa, recibiendo de Él la salvación y la bendición plenas. Cristo es muy misericordioso, compasivo y completo. Por algo es el Hijo de Dios, el Cordero de Dios. Su misericordia es directa, seca y prolífica, sin madres ni aderezos ni balones de oxígeno. La misericordia del Padre fluye sólo a través de Cristo, el único mediador de todas las gracias, sobreabundantemente, con la cooperación ineludible y más que suficiente de Dios Espíritu Santo, la Tercera Persona de la Trinidad.

14) EL RECALCITRANTE CELO DE LOS EVANGELISTAS

En toda Asia y el mundo se veneraba a la diosa-madre Diana de los efesios. Su culto e imágenes fueron desapareciendo con la predicación maciza del Nuevo Testamento tal cual.
¿Pensaría el Romano Pontífice en desarraigar de la faz de la tierra las imágenes y el culto a María, la nueva diosa-madre del romanismo, a través de una hercúlea predicación de los evangelios?
¿No es una planificada coincidencia que la mariolatría haya nacido en lo formal en el concilio de Éfeso, domicilio de la diosa-madre Diana, predecesora natural de este nuevo paganismo, mucho más elaborado y avispado?
Más lejos de la Tradición, más cerca del Espíritu Santo.
Más renuente a la mariología, más próximo al evangelio puro.
Más cerca de la religiosidad popular, más cerca de la cobardía.
¿Evangelizando la cultura o paganizando el cristianismo?

15) TAN SOLICITADA

El católico podrá:
emborracharse con sorna y moderación, fijando el nudo de la corbata;
empaquetar los pulmones con humo canceroso
siguiendo al pie de la letra el mal ejemplo de algunos diáconos y priores;
mentir habitualmente y no sonrojarse;
comentar con elevación las telenovelas,
el reality show y los actos lésbicos de la televisión;
pasar un rato lóbrigo con bailarinas semidesvestidas;
leer el horóscopo absorto sin creerse un moroso mental;
ignorar de buen ánimo el libro de Los Hechos;
trasnochar con risotadas de triple sentido;
exteriorizar con desenvoltura y caletre
todos los acápites la vulgaridad, sin prejuicios;
no devolver todo lo que le prestan;
alcahuetear semana por medio con arrojo y raigambre;
ser un terco de misa con la nueva alianza;
enfurecerse con la apresura de un escopetazo;
comprar un número de la lotería besuqueando a un santo;
despreciar erguido y con un enojo terne
las pujantes invitaciones al arrepentimiento;
mamarse cinco misas seguidas como penitencia,
con las manos arriba y las pupilas enchufadas;
ser un beato de la crema por dos segundos,
con los puños bien apretujados;
sobrellevar con bríos una peregrinación interminable;
agarrar una vela gorda hasta que se derrita en la mano;
rezar cien veces seguidas y ordenar harina tostada;
capturar pensamientos intachables al carraspear
y sustraerse de la fidedigna conversión a Cristo con altanería y fe.
Mas sabe con devoción acercarse a la difunta María,
obviando con destreza romana al único abogado.
La miopía no se acurruca en el rectángulo bíblico.
María les tramita con una garantía papal escrita un chárter sin turbulencias al desconsolador purgatorio.

16) LA PROCESIÓN VA POR DENTRO

Con una vela en la mano siguen despacio a María. El recogimiento también desanima a los alegres y los peregrinos caminan seráficos y nostálgicos. Los de tozudo corazón sólo marchan para Cristo. Al que porta más años al servicio de esta amaurosis lo ponen en primera fila con cara de comisario. Los practicantes deslucidos de última hora, sin chistar se formarán al final, dócilmente. La obnubilación fiable se premia en grande. Las almas obcecadas danzan sólo para el Redentor. Y aunque María los ausculta con unos oídos tapados que no concurren, insisten en rezarle y cantarle con las fibras de Sansón y terrenal convicción. El peor acto es aquel que no se efectúa. Condensados, los majaderos confían sólo en el Mesías. Si te levantas y les gritas en las mejillas: ¡Todas las plegarias y necesidades se entregarán sólo a Jesucristo sin copilotos o añadidos!, entenderás apesadumbrado porque la iglesia católica no tolera la doctrina apostólica no corrompida. De tantos rezos, himnarios y ditirambos, que no parecerían fetichismo, algunos desubicados tienden a desatender al primer hijo de María. Los cristianos anémicos sólo encomian al Nazareno. Para conducir a las personas al Salvador, el Espíritu Santo no requiere de un lugarteniente, de impulsos externos o de una barra brava beatificada. Almas decrépitas que acumulan bazofia y contradicciones guardan la máscara para la próxima presentación a la madre de Jesús, la diosa tapada con el aire de un habano. Si te levantas y les gritas desgarrado: ¡Todas las caminatas deben ser sólo para Cristo!, la tierna y pechoña feligresía te remitirá a la unidad de cuidados intensivos del centro hospitalario más lejano. Con el claro propósito de evitar que los párrocos sean linchados por la multitud, el arzobispo de Roma les prohibió, con un revolver, expandir lo que patentemente las Letras Divinas opinan de las procesiones a María. Clérigos oyen desde sus parlantes internos: “es tarde para que el nuevo pacto tal cual nos domine” “la vacuna los dañará más que el cancerígeno catolicismo” “no hay salida para la petrificada idolatría romana”. La única verdad, estampada en los santos evangelios, armaría una revolución de tal magnitud, que los bautizados terminarían redimidos, dichosos, advertidos y biblistas. El caradura ora al Padre sólo por medio de Jesús en el ministerio del Espíritu Santo, sin otros contribuyentes, émulos o monitores.

17) UNA VENERACIÓN TÉCNICA

“latría” es para la adoración, “dulía” es para la veneración e “hiperdulía” es para una veneración muy especial que se le da sólo a María, de una forma tan singular y robusta, que es toda una gentilidad descomedida.

Ejemplos de esta inaudita veneración especial que le dan a María lo reflejan sus títulos: “Madre de Dios” “María Auxiliadora” “Perpetuo Socorro” “Reina del cielo” “Madre de la iglesia” “Santísima Virgen” “Trono de la sabiduría” “Madre de los hombres”.

Ejemplos de la acaudalada adoración que se le da a María lo reflejan sus divinizados títulos: “Madre de Dios” “María Auxiliadora” “Perpetuo Socorro” “Reina del cielo” “Madre de la iglesia” “Santísima Virgen” “Trono de la sabiduría” “Madre de los hombres”.

¿Entiende usted ahora la grosera diferencia que existe entre veneración especial y adoración? Si lo único que falta con María es que le canten, que le recen, que le caminen, que se le arrodillen, que la pongan más arriba de los ángeles y santos y que la cubran con nombramientos irreproducibles.

18) EL QUE SE SENTÓ A SU DIESTRA

Cristo se sentó a la derecha del Padre.
María estaría sentada a la diestra de Cristo,
los santos a la diestra de María,
los beatos a la diestra de los santos,
los siervos de Dios a la diestra de los beatos,
los candidatos a siervo a la diestra de los siervos de Dios,
cierto clero a la diestra de estos candidatos,
el rebaño a la derecha de los presbíteros o en la galería.

En ambas direcciones, todos y todo pasaría por la Santísima Virgen, la guardiana y mediadora de absolutamente todas las gracias y favores. Los mortales llegan a Dios por medio de ella, Dios llega a los mortales a través de ella, porque ya no puede hacerlo directamente, como lo hacía sin líos en el viejo y nuevo testamentos. Ahora el Padre y la oveja son dependientes de María, no de la intercesión y socorro propios del Espíritu Santo.

19) LOS DESDEÑOSOS

Toda su vida fue virgen, mas ningún apóstol se enteró.
Su concepción fue inmaculada, mas ningún escritor sagrado lo notó.
Ascendió al cielo y recibía un culto especial,
mas la nueva alianza no lo quiso puntear.
Es abogada, interlocutora, perpetuo auxilio, reina, patrona, terapeuta, ascendiente de Yahvé y ninguna página divina lo anuncia.

¿Por qué la Escritura fue tan desmemoriada y apática
con estas portentosas falsedades?
La adoración dulce a María
es lo más contundente y profundo en la doctrina de la fe católica.

20) EL SEMBRADOR DE LA BIENAVENTURANZA

En Canaán un agricultor de nombre Jesús adquirió un terreno que trabajó con amor y pasión, para que la cosecha sea frondosa y virtuosa. El predio un día se inundó brutalmente. Jesús pereció por rescatar a su esposa de las aguas. Su amada le seguirá, le solfeará y le amará, sólo a Él. Repudiando las circunstancias y los siglos, este particular enlace entre Jesús y su cónyuge es eterno, perfecto, santo e indivisible. Otras multitudes emponzoñadas le tributan desenfrenados loores al eminente e inigualable Nazareno por medio de una ciclópica escultura de su madre.

21) LA PERPETUA VIRGINIDAD

Al igual que sus estatuas, María siempre fue virgen. Tuvo esposo, luna de miel, juegos eróticos y prole, mas siempre permaneció virgen, en su alcoba intocada, por una impropia presión de la tradición eclesiástica. La Escritura la llama virgen sólo antes de su primer parto. León I, Gelasio I, Inocencio III y otros papas y curas, negaron la virginidad de María una vez nacido su primogénito. La infalible opinión de estos pontífices del pasado es al presente una lacra para la multinacional sacramentada con mentirillas. Una diosa con una intimidad normal desilusionaría plenamente a sus fans. Para este caso su pío sexo conyugal sería un conciliábulo en contra de San Pedro. Señalar que María fue una fogosa amante de José, implicaría desmoronar al ídolo, el arduo trabajo de centurias umbrías y la superstición tajante. Era irremediable hacer de la buena nueva una falacia indeleble para los usantes que generan dinero fresco y que son reacios a la superabundancia del Espíritu Santo, a la castidad no discontinuada. Una rapacería invoca a la otra. Por el bien de la insostenible mariología se mantendrán incoherentes, evitando a toda costa caer en la celada del evangelio sencillo y puro de Jesús de Nazaret.

22) LA GLORIA DE LA REINA (paráfrasis)

Aprehende el balón en su área, elude a los delanteros, cruza el mediocampo, burla a los defensas, con un enganche sobrepasa al guardameta, queda en el área chica y gol del rey Pelé. La afición católica se pone de pie y se rajan: ¡Viva la santa madre del rey Pelé! Celebran el triunfo con un sambódromo dedicado a ella. Por este gol de Pelé, su madre se merece una escultura, pegatinas, murales promovedores, escapularios, una furgoneta cargada con sonetos y loas, una multitudinaria romería por el subcontinente con ella estampada en la camiseta del equipo y un feriado deportivo por bimestre. Queda despejadísimo eso sí que toda la gloria futbolística es para el rey Pelé, sin pícaras excepciones o disquisiciones agudas, entre gallos y medianoche. En este punto no hay cesión posible o irresoluciones. En cada estadio de Brasil se instaló una colosal estatua de la madre del todocampista, con sus manos extendidas. Con ahínco los forofos le piden a ella que Pelé golee y gane más campeonatos. La mamá del rey Pelé es cojugadora y perpetuo socorro. Cuando la fanaticada la ve antes de cada partido, se pintorrean las mejillas y compran champagnes. En los exclusivos homenajes a Pelé chillan: Viva la madre del rey Pelé, viva la madre auxiliadora, viva la reina del balompié, viva la dueña de la pelota. Toda la gloria deportiva es para Pelé y sólo para el Rey Pelé, sin pillerías. En este punto es inadmisible un concordato. Falta mármol para las maternales efigies.

23) EL LADO TENEBROSO DEL AVEMARÍA

Primera parte.
Dios te salve María; llena de gracia, el Señor es contigo;
bendita tú eres entre todas las mujeres
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Segunda parte.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros,
pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

De la primera parte.
Posee su soporte en la nueva alianza, es una prescripción del reino del Señor. Muestra a una joven casta y humilde, escogida para un ministerio muy especial y determinante.
De la segunda parte.
Es una fábula que el papado introdujo con artimañas sociológicas y maduradas desde el eje del totemismo experto. Se agregó de contrabando, en reiteradas y pertinaces operaciones de Satanás y sus presbíteros. Es el decreto supremo que arraigó el paganismo, envasando la anatemización en recipientes no retornables. Con la tierna María apostarían a ganador. Cristo sería muy severo mediando solitario, aunque sea la única y suficiente vereda al Padre. El sagaz fetichismo cultivado por teólogos cedidos al peor postor, obsequiosamente, es la manufactura cumbre de la santa sede. Para que la distribución de la gloria sea un poco más equitativa y menos blasfema, parte de la concurrencia no pulverizada por los vicarios ha solicitado el Ave Jesús por el conducto regular, inclinándose ante las trabas que el goliat mariano les impone a sus melancólicos cabritos. El obseso culto a María es la engañifa mejor elaborada de todas las épocas y se nota que se empacharon, cual pavo real con sus plumas desplegadas en su cenit. Cuando en la devoción María suple a Cristo, no hay ninguna pelotera ni inconvenientes. El tiempo se considera bien aprovechado. En lo que a fiestas populares se refiere al Redentor de la humanidad lo liquidaron, porque María se le impone sin posibilidades de empate. Oremos al Padre para que Jesús no se abrume. En la contigüidad con el sufrimiento y la muerte, ¿a quién invocó Esteban, el primer mártir de la iglesia? Ave Jesús purísimo, sin pecado concebido.

24) EL CLUB DE LOS BIENAVENTURADOS

María es la bienaventurada, sí, mas tan bienaventurada como la propia María son los que oyen y guardan la Palabra de Dios, electrocutándose todo escalafón. Así nomás es. Ella es la primera en titularse de bienaventurada y así lo asentiremos siempre. Jesús no le decía a María mamá, le decía “mujer”, porque para el Salvador su única madre y hermanos auténticos son los que hacen la voluntad del Padre. No hay preferidos, ninguno lo es, ni siquiera su madre ¿Qué quieres que te diga? Así nomás es. Lo siento. Si anhelas ser tan bienaventurado como lo fue María, te repletarás del Espíritu de Dios guardando su santa y única Palabra, la Biblia, sin especias. Lo que es primero es primero. No hay bienaventurados privilegiados, ninguno lo es, ni siquiera su madre María. Equidad divina: tragedia romana. Así nomás es. Y extendiendo su mano hacia sus discípulos dijo: “He aquí mi madre y mis hermanos”. Según el propio Jesús, ¿quién es la madre de Jesús?

25) EL ÚNICO QUE RUEGA POR NOSOTROS

Los mal intencionados tuercen las recias convicciones del catolicismo. Basta de injurias e insidiosas calumnias.

“Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.”

En la inminente muerte y en cada periquete, Cristo es el mediador, el que ruega por nosotros, con el sobrado aporte del Espíritu Santo. Notifiquen a los infames. Más claro, ¿dónde? Si María auxilia, guía e intercede poderosamente, ¿cuál es el puntual rol del Espíritu Santo en esta situación? Es la Tercera Persona de la Santa Trinidad sola la que acompaña a los cristianos de Jesús en sus últimas respiraciones, incitándolos a que crucen el umbral aferrados sólo a Jesucristo.

“Espíritu Santo de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.”

26) LA ALTISIMA

Algunos depósitos fecales para el bronce:

“Oh María madre de consolación y de la santa esperanza, apiadaos de mí”
“Oh reina poderosísima, Madre de misericordia, refugio de pecadores, consoladora de afligidos y atribulados. Yo, postrado a vuestros pies...”
“Oh señora mía, oh madre mía, acuérdate que soy tuyo”
“Defiéndeme y guárdame como a cosa propia”
“Dulce corazón de María, sed mi refugio”
“A ti suspiramos gimiendo y llorando en este valle de lágrimas”.

¿Quién exhibirá un paganismo más repulsivo que éste? ¿los sacerdotes de Baal? ¿los devotos del becerro de oro? ¿Quién no concluirá que en estas rocosas expresiones se enraíza una idolatría nefaria y florecida? ¿La inmaculada y poderosa dispensadora de todas las gracias celestiales le hurtó entonces las llaves del cielo a San Pedro, sin querer? ¿no es María la poseedora de las llaves del reino de Dios?

¿Y cuándo al Espíritu Santo lo adoran de esta forma?

27) LA COLABORADORA INDISPENSABLE E INSUSTITUIBLE

El Redentor asistía solo a la gente,
sin ninguna ayuda de su mamá.
Sanaba a los enfermos totalmente solo,
jamás se vio la nariz de su mamá.

Nadie más que Él murió por nosotros,
la sangre de María no fue derramada.
Solamente en Cristo hay bendiciones,
los demás nombres no sirven de nada.

Todos iban derecho al Mesías.
Nadie acudió a María como comediadora, nadie.
Ni el tarado más preciosista la consideró.
Dejar de mirar a Cristo es aciago y macabro.

En los tres primeros siglos del cristianismo
la mariología no residía ni debajo de las piedras.
Los babilónicos inocularon la sana fe.
Este sacrilegio es una cefalalgia, una hiedra.

28) PROFECÍA MOLECULAR TANGIBLE

María poseía el código genético de la sangre que Jesús derramó en la cruz. Esto implica que dentro de la mente de un pagano linajudo, creyente en Dios y en la parafernalia, María es la corredentora del género humano. La próxima y quinta herejía mitrada, el subsecuente dogma que consolidará aún más la perdición del adefesio rebaño papal, ya se compró su totalitario esmoquin.
Sólo la sangre de Cristo nos limpia, sólo Él cargó con los pecados de todos, muriendo horrendamente en la cruz. Hay cuescos bípedos que no lo captarán ni en un seminario europeo de fuste.

29) EL PRIMER BEBÉ DE MARÍA

Jesús era el mayor de sus hermanos,
el primogénito de María, no su unigénito.
Jesús era el unigénito del Padre, no su primogénito.
Gloria al unigénito o único Hijo del Padre, el Salvador.
Gloria al primogénito o primer hijo de María, el Salvador.

Esta explosión nuclear destruye por completo los pilares de la superstición docta y transforma a la mariología en lo que es, un fraude espantoso, un tocomocho. El Espíritu Santo usó con luminosidad la palabra primogénito en dos evangelios para que ningún irreverente se confunda o niegue la fogosa sexualidad con su esposo. El lenguaje del nuevo pacto es llano y cristalino en el que anhela ser certero, manso y salvo.
Primogénito es primogénito y no unigénito.
Unigénito es unigénito y no primogénito.
¿Encumbrado sea el primogénito del Padre, entonces..?
Si no le crees a san Mateo, créele a san Lucas.

La palabra griega hermano significa hermano. Pablo habló de los hermanos carnales del Señor, no de sus primos, no de sus sobrinos. Del normal matrimonio judío de José y María nacieron siete hijos, que era lo común. Si el escritor sagrado hubiese sabido que Jesús no tenía hermanos carnales, no habría cometido la torpeza de usar la palabra primogénito, innegablemente. El Espíritu Santo es el fiscalizador final de la Escritura. Cuando al Salvador le hablaban de sus hermanos, nadie ilustró que era el hijo único de María. Los vocablos “primogénito” “conoció” “hermanos” descifran el logogrifo que nunca fue tal.
Gloria a Jesús de Nazaret, el unigénito del Padre.
Gloria a Jesús de Nazaret, el primogénito de María.

30) LA FICTICIA ASUNCIÓN DE MARÍA

El libro del Apocalipsis habla de Jesús en su trono rodeado de ángeles y María o su sombra no aparecen por ningún lado.
En la primera veintena de concilios, de veintiuno en total, reconocidos por la iglesia católica romana, la asunción de María no aparece por ningún lado.
El credo de los apóstoles y el credo de Nicea se restregaban la barriga de risa con esta injuria. La asunción de María no aparece por ningún lado.
En el ministerio del Cristo resucitado como intercesor de los creyentes ante el Padre celestial, María no aparece por ningún lado.
El papa Gelasio I también condenó esta creencia mariológica por absurda, inconexa y bobática. La asunción de María no aparece por ningún lado.
La gran mayoría de los patriarcas y doctores de la iglesia obviamente refutaron esta leyenda insensata, de plano. A ella la elevaron por aclamación popular, nada más.
De este relevante dogma de la religión católica, el opuesto reino de la Biblia no consigna una gota. La asunción de María es el travestismo más descabellado.
En el pertinente orden evangélico entregado por el apóstol Pablo para las resurrecciones, la esposa de José no aparece por ningún lado.
Se demoraron casi dos milenios en armarse de valor para rubricar esta patraña escandalosa y contraindicada. La asunción de María no aparecerá por ningún lado.

31) CUANDO LA BARCA DE PEDRO NOS AMENAZA

La encíclica Ad Diem Illud Laetissimum encementó el camino: “Esto es comprobable por la dolorosa situación de quienes, engañados por el demonio o doctrinas falsas, pretenden poder prescindir de la intercesión de la Virgen. ¡Desgraciados infelices! Traman prescindir de la Virgen para honrar a Cristo: e ignoran que no es posible “encontrar al niño sino con María, su Madre” ”.

Irreversible: Jesucristo sin María es un incompetente.
Al ser María imprescindible, quedan supeditados a ella.

A Cristo se le halla sólo con la guía de un Consolador que no requiere de coagentes ni de difuntos beatos. Los desgraciados infelices se perderán por no asumirlo. El que desestime a María como intercesora es un ¡desgraciado infeliz!, un ignorante. La iglesia apostólica ni mencionó a María. Esta encíclica nos desembaraza de todas las dudas.

32) LA COJERA DE LA OBRA DE LA SALVACIÓN

Si la Santísima Virgen es poderosa es indispensable, indispensable en la obra de la redención. Y si la obra de la redención no se desvincula de ella, esto implica que Cristo está atado a ella. Y si Dios y el salvado dependen de la madre de Jesús, la mediadora de todas las gracias y favores, Dios ya no es Dios, sino un monigote, y el salvado no es un encadenado al Padre y la obra de la salvación es una tragicomedia.

33) UN NUEVO SANTUARIO NOS ES DADO

María se aparece sorprendentemente. Por la conmoción nadie percibe lo que hay detrás del disfraz de luz. El obispo no cree nada al principio y pone cara de hombre escéptico y ecuánime, como parte de la enfocada hoja de ruta. Variopintos milagros que le asignan le dan un tallado canónico y fragoroso al bluf. Reunidas las cuajadas alucinaciones, romanistas elegidos y un abogado endiablado, se convencerán y convencerán a como dé lugar, manejando las conciencias y la ciencia hacia la Salve y el ocho de diciembre, con fe. A la vuelta de unos decenios o más, los mismos profanadores de siempre se creerán la fábula completa a ojos cerrados y de rodillas, desconectando al Nuevo Testamento del entuerto. La autoprofecía remunerativa va viento en popa. Es raro hallar tres santuarios por tres apariciones en una misma ciudad y menos en un mismo poblado. La distribución de las alcancías maternales excluye a esos pueblos que, sintiéndose arrinconados, arman subsantos u otras atracciones porque los dejaron sin una virgen o un santo que arrastre metálico, fisgones y romerías. Camarón que se duerme se lo lleva la corriente. María es disciplinada en sus manifestaciones y únicamente se les aparece a mentalidades romanizadas. Fátima, Lourdes, Guadalupe, la virgen negra y otras, cobijan cada una a más de tres millones de portamonedas partidarias con pies por año.

34) LA VENERADA

Madre de Dios, madre de la santa iglesia, cicerone, perpetuo salvamento, reina del universo y de la tierra, patrona de la patria,
amparo de los oprimidos. Sobrepasa en cantidad de floreos, canturreos, adulaciones y pasacalles al Padre, al Hijo y al Espíritu, sin pudicia.

¿A María sólo se le venera, no se le adora?

Títulos divinos, nobiliarios, religiosos y militares.
Millones le prenden velas y lloran con fe a ella.
Su mes y sus fiestas agotan a los gimnastas.
Le dan preferencia y muchos caminan sólo por ella.
Posee obras artísticas, santuarios por tropel
y más estatuas que héroes, dictadores y cristos sumados.
Sus peregrinaciones son más que las heces al mar.
Hay gente que se le entrega sin recapacitar jamás.
Le hacen promesas, rezos, rondas y lisonjas a granel.
Le succionan el pie y otros se dañan sus rodillas.
Los aleonados la llaman Virgen Santísima y en la Biblia
en ninguna parte es nombrada o denominada santa.
Su asunción posee como fundamento el ansia popular.

¿A María no se le adora, sólo se le venera?

Hay más colegios y entidades con su nombre que con el nombre del Espíritu Santo. Dios, los primeros siglos obró sin María, particularmente en los tres primeros, hoy no podría. El culto idolátrico a María se confecciona sin miramientos.

¿A María sólo se le venera, no se le adora?

Con un clero impávido, ruin, compinche y capón, los católicos no se inundarán del Espíritu de vida. Esto traería la hecatombe de la redención verídica. Empero los clérigos con su cínica faz reafirman:

¡A María no se le adora, sólo se le venera!

Ya se quisiera el supremo Creador sólo para sí toda la honra, alabanza, chicoleos, caminatas, rezos, sentimientos y gloria que le dan a María.

35) LA JURISCONSULTA

La santa sede aprueba: “Ea pues Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos” ¿No es Jesucristo el único y más que suficiente abogado entre Dios y los hombres? ¿por qué lo que le piden a María en las jaculatorias no se lo piden al Cristo Todopoderoso derechamente, si no hay ningún inconveniente escatológico y si el Nazareno también es confiable y afectivo, como lo corroboró el ciego Bartimeo en Jericó y si el Vaticano no se irrita con los que oran a Cristo, aún? María estaría sentada a la diestra de Cristo, así como lo estuvo en la eminente última cena y en las tantas predicaciones y sanidades del Señor.

36) LOS FAMILIARES

A María le añadieron padres que no eran los suyos y le quitaron los hijos que si lo eran. Joaquín y Ana son los gnomos canonizados que sacian el afecto de los presbíteros a ese precipicio sin mallas de protección, que los tiene a años luz de la veracidad y de la rosaleda imperecedera del Padre Dios. Si la Madre de Dios es excepcional e inmaculada, la madre de la Madre de Dios también lo es, y así sucesivamente hacia atrás, hasta Eva. La mariología vaticana es una porfiada mezcla de: dolos, alicantinas procesadas, ritos rimbombantes y verdades; mitos, lucrosas apariciones y hechos ciertos; chamullos, esmeros, espiritismo beato, estolidez y anzuelos; castidad babilónica, bellaquerías y retribuciones monetarias. Cuando claven un pie mío en el cajón acudiré una vez más sólo al Salvador. La mariología romana es la fabliella oficial que no se apega a reglamentos morales a la hora de lavar cerebros, escamotear, robustecerse, encanallar y autofinanciarse.

37) AVE

¿Ave César?, nunca.
Y ¿ave María?: jamás, ni trastornados.
Y ¿ave Jesús?: siempre, y en cada soplo.

Que absolutamente toda la gloria, honra, trovas, zapateados, arreglos florales y aves, sean para nuestro Señor Jesucristo y sólo para nuestro Señor Jesucristo, por los siglos de los siglos, sin alteraciones o añadidos. Amén.

Podéis ir en paz.

38) ACICALANDO AL ESPÍRITU DE DIOS

¿Por qué María es un complemento del Espíritu de amor? ¿Por qué le asignan a ella tareas y atributos del Espíritu? ¿Por qué recepciona más tunas, bailongos, adulaciones, encíclicas, genuflexiones, palmaditas de afecto, zalemas, tonadas, bulas, marchas y elegías que el mismísimo Dios, que la mismísima Tercera Persona de la Trinidad? ¿Obrará el Espíritu de Dios con absoluta eficacia sin María y los otros finados ensalzados y entremetidos? ¿La presencia de María alivia al Consolador? Y si el Espíritu se queda totalmente huérfano como intercesor, auxiliador, guía y blanqueador, ¿funciona? ¿Cuál es la transgresión que Dios no perdonará? El Magisterio exhorta libremente a la grey acudir a María ¿Por qué entonces el Vaticano no obliga bajo apercibimiento acurrucarse en María, si ella es la intermediaria gloriosa y el asiento de plenamente todas las gracias divinas, por medio de un dogma específico y diferenciado, que aclare la película? ¿A qué le temen? ¿por qué el titubeo? La iglesia católica aconseja refugiarse en María, el evangelio ordena intransigentemente ir sólo al Redentor ¿Qué exhortación apostólica le entregan al católico carismático que se desvive sólo por Jesús de Nazaret? ¿Quiénes le tocan la guitarra sólo al Crucificado, en Roma?

39) SOLIDIFICANDO LA APOSTASÍA

En términos de adoración real, María no se ve disminuida frente al Dios Todopoderoso. Innumerables católicos se refugian en ella, a veces sin reparos ni simetrías ni traumas. Amigo mariano no te alteres, todavía quedan falsedades pendientes que harán aún más grande y pujante a la afamada divinidad babilónica. Nada es demasiado cuando se trata de exaltarla, con sofismas tejidos manualmente y piruetas idiomáticas. El dogma de la corredención viene galopando. Calculando que la actual gloria que posee no satisface la insaciable sed idólatra, los teólogos se dan de cabezazos contra el atracadero rebuscándole otro título regio o atributo divino que exaspere una vez más el santo celo de Dios, que se enervó con la demencial mariología romana.

40) ESCLARECIMIENTO A VIVA VOZ

María es mediadora.
El único y suficiente mediador
entre Dios y los hombres es Jesucristo.

María es inmaculada.
El único inmaculado es Jesús.

Figura y patrona en incontables países.
El único y suficiente patrón es el Nazareno.

María es corredentora.
El único y suficiente Redentor es Cristo.

María es señora.
El único y suficiente Señor es Cristo.

Generala del ejército libertador de Los Andes.
Cristo es el único y suficiente Libertador
y chofer de la Historia, sin tupirse.

Reina de mi país y del universo. El único y suficiente rey es Cristo. Todo tuyo le dice el Vaticano. Por respeto, lealtad y sentido común sólo se lo decimos a Cristo.

Madre de Dios. Dios nunca tendrá una progenitora.

María posee su propio mes, solemnidades y memorias.
Que la totalidad del año sea para honrar a Jesús.

María registra sus propios feriados religiosos.
Que en la totalidad de los feriados religiosos
se enaltezca sólo al Rey de reyes.

Que todas las partituras, coreografías, gloria y honra,
sean para el Señor y solamente para el Señor,
por los siglos de los siglos. Amén.

¿Con qué otro argumento gravedoso diseñarán un ensanche a este paganismo empecinado? El perspicaz y avieso culto a María es precioso para la carne y sus penetrantes emociones, mas es demoledor para la salvación del alma. El que desvíe sus pupilas de Cristo, se dilapidó.

La única y suficiente calzada con la que arribas
en la Primera Persona de la Santísima Trinidad,
es la Segunda Persona de la Santísima Trinidad
en la era de la Tercera Persona de la Trinidad.

El mediador entre los hombres y Cristo es el Espíritu Santo. El mediador entre Dios y los hombres es el Salvador. Las plegarias son “a” Cristo.

41) LA MADRE DEL ALTÍSIMO

I

“Se venera a la Santísima Virgen con el título de “Madre de Dios” bajo cuya protección se acogen los fieles suplicantes en todos sus peligros y necesidades”.

¿Con esta declaración exoneraron al Consolador?
Cuando Dios creó a Eva, ¿creó a su tatarabuela?
¿Cómo un ser humano es la madre de Dios?
¿El Hacedor compra flores en el día de la madre?
¿Por qué Jesús le decía “mujer” y nunca “madre”?
¿Por qué Elizabet habló de la “madre de mi Señor”
y nunca de la madre de Dios o de “mi madre”?
¿Cristo como protector solitario del rebaño
vale la cáscara de una banana tropical primorosa?

II

La Segunda Persona de la Santísima Trinidad es antes de la fundación del cosmos. La naturaleza humana del Salvador no tuvo padre, la naturaleza divina del Salvador no tuvo madre.

Si la divinidad de la Segunda Persona encarnada no venía de ella, entonces María no puede ser la madre de Dios o de la divinidad de Jesús. Ella le entregó a Cristo sólo su naturaleza humana. María es la madre de la humanidad de Dios. La madre de Jesús es una y la monstruosa Santísima Virgen es su antípoda, glorificada.

42) EL MODELO DE SANTIDAD

Señor, todos vendrán y te adorarán sólo a ti
porque sólo tú eres santo, sólo tu;
y no hay otro prototipo de santidad.
Los cristianos de Cristo sólo te alaban a ti,
sólo bailan para ti, sólo te adoran a ti,
pues sólo tú eres tan santo que eres modelo
de santidad, y absolutamente nadie más modelará.
Jesús, tú eres el único paradigma de la pureza.

43) UNA MADRE VISIONARIA Y PROFÉTICA

Jesús a los doce años en el templo ya entendía con celo los asuntos de Dios, de su Padre, mas María no comprendía nada de este exordio de la salvación.
¿Por qué la “guía” y “perpetuo socorro” quedó tan descolocada con la expresión de Jesús niño: “en los asuntos de mi Padre me es necesario estar”?
¿Por qué la “Reina del cielo” quedó tan descentrada?
¿no fue la despistada esposa de José una impertinente en las bodas de Caná?
¿no pensó María en un momento dado que Jesús estaba mentalmente enfermo o medio loco, cuestionando así al mismísimo Verbo divino, en una actitud desconcertante e irreverente?
¿Qué “Madre de Dios” y “auxiliadora” es esta? ¿cuándo supo con exactitud todo lo que era Jesús? Oremos para que María se arrepienta de sus devaneos.

44) DOS TÓRTOLAS O DOS PALOMINOS

Nacido Jesús, María fue inmunda siete días. Al octavo día circuncidaron al niño. Treinta y tres días más estuvo purificándose. Con una ofrenda de gente humilde, el sacerdote hizo expiación por ella según la ley de Moisés, y María fue limpia. La concepción fue sobrenatural, el parto fue común. Esta ceremonia de purificación no fue una farsa ni una prodigiosa obra teatral shakespearena. La purificación de María fue genuina e imperiosa. Ella se refiere a Dios como “mi Salvador”, por circunstancias que se dilucidan de inmediato.

45) LOS REZOS DE UN RETIRO ESPIRITUAL

Todas las mañanas le rezaban a María,
todas las tardes se arrodillaban ante Jesús.
Una tarde se olvidaron del Nazareno.
El fingidor sacerdote se indignó con tanta pus.

El Redentor a nadie le da un portazo,
es herética la intervención de esta mariología.
Al pagano arrepentido le da un nuevo nombre,
Cristo copa en plenitud todo nuevo día.

46) EL ÓVULO DEL ASCENSO

Este infundio lo idearon en un zócalo atiborrado de cardenales aduladores y ambiciosos, con estudios avanzados en economía trascendental, que le reprochaban con ira al papa la falta de espectacularidad en la asunción de María y la ausencia de una visión empresarial más seria, de más a largo plazo, que asegure un flujo de caja constante e inextinguible en las arcas del papado, en este producto estrella que siempre da réditos. Cada santuario o sucursal será un socio comprometido. La mariología es el dividendo cardinal del vicariato. Dedujeron que para obtener beneficios gigantes concretos, era apremiante hacer ascender a María al cielo en una forma fulgurante y cinematográfica, con esa afiebrada imaginación y detallismo que sólo la codicia de los hijos de mamón procrea. Mientras más engrandezcan a la diosa pagana con cuentos con fines de lucro, ornamentos, efectos especiales y embustes de probeta, más se afianza la irracionalidad y el trajín de los terratenientes del falaz purgatorio. La Revelación no sabe como desde arriba la diosa extinta auxilia, corredime y cobija a unas ovejas que la alaban, le piden, le lloran, le danzan y le suplican, ¿sin adorarla? Antes de que se les consultara a los obispos del mundo, ya el montaje estaba preparado para un sí rotundo al dogma de la asunción. Pío XII, el gallardo denunciante del holocausto, el que defendió con un mandoble a judíos y gitanos, no malgasta sus populistas plebiscitos y un prelado traspapelado acaba en el báratro. No presintiendo el papado que la enfanga, ya no hay barreras para que no crezca esa leyenda que no se acidificará jamás con los pecados mortales de una grey mundana y testaruda con el arrepentimiento neotestamentario. Los escollos imposibles que impone la Escritura a la mariología católica, son para sobrepasarlos, como sea y sin regulaciones éticas o latosas. Y glorificaron el cadáver de la esposa de José ¿Y cómo una difunta los ayudará si los muertos nunca más tendrán parte en todo lo que se hace debajo del sol, ya que su memoria es puesta en olvido? Ella fue coronada en medio de siete colinas con arcángeles y escribas vomitando a raudales.

47) EL CALCAÑAR DEL VERBO

La simiente de la mujer y no la mujer aplastará con su pie la cabeza de la serpiente.

“Y el Dios de paz aplastará en breve a Satanás bajo vuestros pies”.

¿Quién deshace las obras del maligno? ¿quién es el que aplasta? Cristo, la simiente de Abraham. Biblias católicas modernas han traducido bien este párrafo del Génesis, con la correcta simiente, mas Roma no varía su horrísona posición.

“Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo”.

48) LAS QUINCE PROMESAS DEL ROSARIO

Quedas: protegido, predestinado y bendecido; librado de los enemigos y de los malos augurios; exiliado del purgatorio al primer cambio de guardia; con la posibilidad de pedir lo que desees y se te concederá con prontitud y calidad. Si no me crees, observa tu dichosa vida diaria. Son tan accesibles e imponentes las quince promesas de la Reina, que las de la Escritura empalidecen. Una vez más el Espíritu de Dios se rasca la cabeza: ¿Qué haré si cada vez poseo menos acres de tierra?

49) EL SINCRETISMO ORDENA LA CASA

Deméter no ha muerto, vive. Isis no ha muerto, vive.
Diana no ha muerto, vive. Cibeles no ha muerto, vive.
Las deidades paganas viven en María, con el sostén de la iglesia babilónica.
Grande es Diana de los efesios, grande es María de los católicos.
Con este concentrado de diosas madres llamado María y con los santos aglutinados en el altar, el Vaticano vitaminizó y sistematizó el paganismo, una mazamorra en esos años.

50) ASÍ ES, ASÍ NO SERÁ

Le cantabas a María imitando a tu mamá. Peregrinas por ella, en un rumbo maquinal, por acompañar la inopia de tus vástagos. Erubescente es el culto a María, no la pía madre en la encarnación del Verbo. Cuando te bañes en el Nuevo Testamento con champú, se esfumarán los escombros del cochino prado. Tocando su silente imagen no presagias nada. Pajaritos vuelan sobre tu cocorota, el abatimiento surge de esa nada.

51) HASTA QUE

“pero no la conoció “hasta que” dio a luz a su hijo primogénito”.
Por respeto a su virginidad José la conoció después del parto, no antes, como Adán conoció a Eva.
“Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? pues no conozco varón”.
A José no se le pasó por la cabeza conocerla antes del primer parto, enterado del plan del Espíritu Santo.
Después del parto común el matrimonio fue el usual.

52) LA SEXUALIDAD DE MARÍA

I

María, madre de la humanidad del Nazareno, parió siete hijos en un matrimonio sin mácula. Su erotismo con José agradaba mucho a Dios. Concebida por obra y gracia del Espíritu Santo, nace su primogénito, su primer hijo, el Redentor. En el sexo era una santa ardorosa y estándar. Evitar la intimidad es pecaminoso y peligroso. José no era un masoquista raro o un impotente. Los esposos que no se acarician van al facultativo. No acusemos a María de frígida o descariñada. La voluntad de la Trinidad es que la mujer se desarrolle integralmente, sin resabios viles. La virginidad perpetua era una maldición para los judíos y es una bendición en los paganos de todas las épocas. María era una esposa, compañera y amante ejemplar. Su hogar no era un monasterio extravagante. El deleite afrodisíaco con libreta está santificado. A ella le han inventado, sustraído y agregado de todo. El sexo pío entre José y la diosa María derrocan para siempre la doctrina católica.

II

¿Dios le pidió a José que nunca en la vida tocara a su esposa, porque pensaba elevarla a la categoría de Madre de Dios y de la iglesia? ¿qué tipo de petición enfermiza y babilónica es esta? La virginidad temporal de una María concebida por el Espíritu Santo, sólo pretendía realzar el nacimiento inmaculado de la humanidad de Dios, de Emanuel. Nacido el primogénito de María o el Unigénito del Padre y cumplidos ya los objetivos de la Encarnación en Belén, José conoció a María en la intimidad, en la intimidad sexual de un matrimonio normal ¿Qué tipo de cabeza le pediría a un marido que nunca acaricie a su esposa?

53) CADA DÍA MENOS LEJOS DE INTEGRAR LA TRINIDAD

Si Jesús era Dios y María era la madre de Jesús, entonces María es la madre de Dios, de un Dios que estuvo fallecido en una cruz y que nos abandonó por decenas de horas. Así de campechanos son los algoritmos romanos. Si es Madre del Hijo, Hija del Padre y Esposa del Espíritu Santo, es porque María es adorable y adorada permanentemente, aunque lo nieguen con un rostro encalabrinado y estucado. María aún no es la cuarta persona de la Santa Trinidad, pero títulos, condecoraciones y atributos no le faltan. Aún no es la cuarta persona de la Trinidad, mas en la mesa romana han puesto una cuarta silla en más de una ocasión, con la esposa de José como la invitada de honor en la cena de la Trinidad. En su vientre no nació Dios, en la cruz no murió Dios. Dios nunca nacerá ni morirá, su humanidad sí. María es la madre de la humanidad de Dios ¿Tiene la Santísima Trinidad un ancestro? No, Dios no tiene madre ni bisabuela.

54) LAS MULETAS DEL MEDIADOR

La no solicitada y ociosa mediación de María se apoya en la mediación de Cristo y depende de esta. El que se ría de su maternal socorro, se chamusca. La mediación de Cristo sin María es pólvora mojada, el tiro al aire de un ebrio. Dios sin su madre es un náufrago. El católico sin ella es una fogata sin fuego. El Vaticano la idolatra con aspavientos porque la Trinidad sola no es autosuficiente, como lo ratifican la Marialis Cultus y la Lumen Gentium. La única mediación de Jesús suscita en las criaturas una colaboración diversa que participa de la única fuente. Es que la única y suficiente fuente mediando sola tritura la Tradición y su ilusionismo. Jesús sí está capacitado para absorber solo las peticiones. Toda gracia y mediación pasan por María, de lo contrario la gloria de Dios se desplomaría, con millones de fieles esperando en el pasillo. Sin María, a Cristo no le da el cuero, definitivamente. La intercesión de María no es descartable, las miles de procesiones lo confirman.

55) LA INMACULADA QUE PECÓ

El sufriente Jesús le pidió a Juan que cuidara a su viuda madre. María pasó a ser la madre de Juan, sus otros hijos aún no creían en Él. El discípulo la hospedó en su casa llegándola a conocer de tal forma, que se percató y confirmó que los inmaculados simplemente no existen, sentenciando tajantemente en su epístola:
“Si decimos que no hemos pecado,
le hacemos a él mentiroso,
y su palabra no está en nosotros”.
María también pecó, como todos. Nos lo notificó el apóstol Juan en el Nuevo Testamento, un hagiógrafo muy cercano a la madre de Jesús.
“por cuanto todos pecaron” “no hay justo, ni aun uno”.
Sólo a Jesús se le señala como “sin pecado”.
¿Cuál fue el preciso mecanismo que usó Dios para revelarle al Magisterio el dogma de la inmaculada concepción de María y contradecir de esta forma la Epístola a los Hebreos, que vocifera que el único que no pecó fue Jesús? Ella misma se refiere a Dios como “mi Salvador”. Si en algún instante fue redimida, en algún instante fue una pecadora. La muerte de María fue adánica, por consecuencia del pecado original. Su carne no era distinta a la de Barrabás ¿Terminaste de contar a los doctores de la iglesia, papas, obispos, padres, presbíteros y acólitos que refutaron la herética inmaculada concepción, comenzando por el propio San Agustín y Tomás de Aquino?

56) LA SEMPITERNA MADRE DE LA IGLESIA

María es la madre de la iglesia y ninguna epístola bíblica menciona su nombre.
La designada madre de la iglesia desaparece del Nuevo Testamento en el preciso instante en que la iglesia nace. Es irónico.
Con el descenso del Espíritu Santo la iglesia germinó y de la madre de la iglesia nunca más se supo.
Pablo señala a la madre de Rufo como a su madre.
La madre de la iglesia es la Jerusalén espiritual.
Para la iglesia apostólica María no existió.
La iglesia nace en el Pentecostés, y el nombre de María se extingue en el mismo Pentecostés, por siempre.
Absolutamente nadie le dice madre a María, nadie, ni siquiera Jesús.

57) LA MUJER DEL APOCALIPSIS

Una mujer vestida de sol, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas. Y estando encinta, clamaba con dolores de parto, en la angustia de su alumbramiento. Roma enseña que María no sufrió en el parto así que la apocalíptica mujer no es ella, es el pueblo de Israel y todos los párrocos lo saben, coincidiendo con el sueño visionario de José. Las doce estrellas son las doce tribus de Israel, los doce apóstoles, y el sol es la luz de Dios, y la que se viste de luz es la iglesia, nítidamente. Ven a la esposa y amante de José hasta en la sopa boba.

58) EL ÚNICO MANDAMIENTO DE MARÍA

“Hagan todo lo que él les diga”.

Hagan todo lo que Jesús les diga y lo que el evangelio señale. Lo que la Escritura no estipule jamás será un dogma cristiano. No agreguen nada al Nuevo Testamento y vívanlo tal como está, sin maquillarlo, y serán salvos, felices y evangelistas vivaces. Este es mi único y suficiente mandamiento y no necesitan nada más, ¿estamos claros? En el Espíritu Santo habitan todas las alas para volar y abrazar al Padre vía Jesucristo, y mi presencia es irrelevante e innecesaria. Expresado su mandato, la boca de María se cierra para siempre en la Biblia, para siempre, para siempre, por voluntad de su autor intelectual, el Espíritu Santo.

59) EL MONOPOLIO DE LA GRACIA

Toda gracia viene del Padre, sólo por medio del Hijo, con el aliento del Espíritu Santo. Nadie más participa. El reparto de la gracia habita sólo adentro de la Santísima Trinidad. María es un barranco.
“abundaron mucho más para los muchos la gracia
y el don de Dios por la gracia de un hombre, Jesucristo”.
“La gracia del Señor Jesucristo” sea con todos vosotros.
“el Dios de toda gracia” actúa solitario en la distribución.
En la humillación a Cristo capturas el estado de gracia.

60) LA ENCUMBRADA QUE NUNCA LO FUE

Bendita eres entre todas las mujeres, no sobre todas las mujeres.
“Bendita sea entre las mujeres Jael”.
Jael no es reverenciada por los católicos.
Es a Juan el Bautista a quien señaló como el más grande en el reino.
A la que sanó Jesús la llamó mujer, como a su mamá.
Cuando oraron por la sucesión de Judas no la nombraron.
Y Jesús le dijo a su madre: “Mujer, ¿cómo se te ocurre, todavía no ha llegado mi hora?” ¿Cuán inoportuna fue María en las bodas de Caná?

61) NADIE MÁS SUBIÓ AL CIELO

El apóstol que más conoció a María
aseveró por instrucción del Espíritu de vida: “Nadie subió al cielo”,
absolutamente nadie subió al cielo, “sino el que descendió del cielo”.
Escucha, en la nueva alianza el ascendido es uno, sólo uno.

62) INSPIRACIONES CONTRARRELOJ

¿Por qué el dogma de la inmaculada concepción tardó diecinueve siglos en asentarse y el de la asunción veinte? ¿Dos descollantes dogmas de la espiritualidad se demoraron casi dos milenios? ¿mucha ceguera o poco paganismo? ¿Por qué los siglos pasaban y pasaban y ningún pontífice se congraciaba con estos bulos? ¿qué ataba al depósito de la fe? ¿a los inescrupulosos intérpretes de la Palabra? ¿Cientos de años descaminados sin el agua de estos magníficos dogmas de fe, por el retraso papal? ¿María está en el pleno uso de todas sus capacidades o todavía no? La iglesia nominal aún no degusta formalmente de su imprescindible corredención, ¿por qué tanta poquedad? ¿Están esperando que pase otro milenio?

Si prostituyes con vehemencia veinte centurias el Nuevo Testamento, terminarás anunciando la asunción gloriosa de María y convalidando con agua bendita los otros dogmas marianos.

63) OFRECIMIENTO A LA VIRGEN MARÍA

“Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea,
pues todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza.
A ti, celestial princesa, Virgen sagrada María,
yo te ofrezco en este día alma, vida y corazón.
Mírame con compasión, no me dejes, Madre mía.”

¿Con una diosa así Dios por momentos es un segundón o se planea un golpe de Estado con los morteros del vicario? Con este ofrecimiento idolátrico a María, la Sagrada Escritura es vejada y desautorizada ¿Y si los fieles se ofrecen por entero sólo a Cristo Jesús, se quedan desvalidos porque algo vital les falta? ¿Si el católico denuesta con un inmenso gozo la mediación de María, para acudir sólo al Cristo glorioso, su alma se condena? ¿Es ella indispensable? Cristo sin María es una canoa sin remos, un pasmón.

64) EL ÚNICO Y SUFICIENTE AUXILIO

La mediación de María muestra el poder de la gloriosa mediación de Cristo. Cuando al Consolador le queda algo de tiempo libre hace exactamente lo mismo. Ella es auxiliadora, abogada, socorro y guía. Cuando al Espíritu de Dios le sobra tiempo cumple exactamente la misma función. Cuando el Espíritu de vida se va de vacaciones nadie se acuerda de Él, gracias a María. Nadie cuantifica el pecado imperdonable ¿El que acude a Santa Teresa o a otro santo desestimando a María es un bobo? ¿el que va a Santa Teresa y a María a la misma vez es más avisado? ¿el que le reza a Santa Teresa, a María y a Cristo de una pasada es un docto? ¿el que acude sólo a Jesucristo es un superdotado? ¿es un descriterio que los católicos a veces le recen a Cristo o a un santo excluyendo a María? ¿a veces María no es imperiosa? ¿el rezo que elimina a la madre de Jesús es anatema? El padrenuestro, los apóstoles y los hijos de Dios, desechan frontalmente toda intervención de ella. Si las mediaciones sacan toda su eficacia de Cristo, entonces Cristo solo es totalmente autosuficiente como mediador y no suscita ni pide colaboraciones, porque con el Espíritu Santo le basta y le sobra. Operando completamente sola y abandonada, la Santa Trinidad no se desvanece ni se asusta. Las oraciones y requerimientos son a Él, en Él. El que nos lleva de la mano al Salvador, a la redención, es el Espíritu Santo, y no hay más.

65) UN SÓLO TÍTULO PARA ELLA

I

Las generaciones te llamarán la bienaventurada y nada más. Sólo así te llamarán. Cualquier arrepentido que guarde Su palabra es un bienaventurado, cualquiera, y sin rangos. Las generaciones no te darán otro título, ningún otro, y sólo te llamarán la bienaventurada y sólo así. Se ruega no insistir ni ponerse imaginativos. “y bienaventurada la que creyó, porque se cumplirá lo que fue dicho de parte del Señor”. Ella creyendo en las promesas de Dios fue fiel, sumisa y obediente, delante de Su presencia. La raza de los bienaventurados es una sola. Te llamaremos la bienaventurada, nada más. Así lo ordena el evangelio y sólo así se hará. El que hace la voluntad del Padre es un bienaventurado. Los hijos se adornan de las virtudes del Hijo.

II

María no era madre de la divinidad de Jesús,
María no era la madre del aspecto divino de Jesús,
María no era la madre de su divinidad,
María no es madre de la divinidad,
María no es la madre de la divinidad,
María no es la madre de Dios,
María no es madre de Dios.
María era la madre de la humanidad de Dios, de Jesús.

Jamás Dios tuvo una bisabuela,
jamás Dios tuvo una abuela,
jamás Dios tuvo una madre.

María: fue una pecadora redimida; no es la mamá de Dios;
fue madre de siete hijos; no ascendió al cielo.

66) LA RESPLANDECIENTE REINA DEL CIELO

Así como Salomón siguió a Astoret, la diosa pagana de moda, hoy el Vaticano sigue sin parapetos a su propia Reina del cielo. La degradación es la misma. Las diosas antiguas con un niño en brazos ven en María y en la mariología un espejo, de la cual se sienten orgullosas y chochas, ya que su legado no feneció. El rey Jesús está tan asociado a la Reina María, que sin ella la obra de la redención se estropea.

67) EL LAZO QUE ATA A LOS BAUTIZADOS

La mediación de María es un don del Padre, la mediación de Jesús es la voluntad del Padre. Entre los dos harán bien todo el trabajo y no se despegarán ni para estornudar. Él no funciona sin ella y ella no funciona sola. Si faltare aliento los santos serán porristas. A Dios le fascinaría este novedoso proceder. María se encuentra en la mitad de la carretera que los hombres recorren hacia Dios Padre. Ella está al servicio de la mediación de Cristo, de una manera tal, que Cristo sin este servicio no estaría en condiciones de cruzar la calle solo. Ella no le haría sombra ni competiría con Él. Ella beneficiaría y nunca impediría la unión a Jesús. Sin este crucial y maternal favorecimiento, El Dios Todopoderoso y el creyente yerran, por eso María reúne con sus manos a ambos, para que a la obra de la redención nada le falte. Al Espíritu Santo lo contrataron de legista part time.

68) EL INCESANTE YO SOY DE DIOS

Él es el nuevo Adán, ella es la nueva Eva. Todo pasará por las manos de María, o de lo contrario Dios iniciará una huelga de hambre. Sin mí nada podéis hacer, exclama María con vigor, la corredentora y copiloto del Camino. Su femenina mediación se subordina a la de Él, y los chantajeados no interpelarán a su Madre. Por ahora ella es una corredentora clandestina, porque ningún pontífice ha estado tan desquiciado como para aprobar este dogma delante de testigos, aún. Pío nono y Pío doce son clonables, lastimosamente. María se consagró tanto a la evangelización de Jesús, que no lo acompañó a ningún lado en su ministerio de predicador. Lo vio nacer, crecer y morir, con un gran amor. La primera muerte espiritual viene por Eva y la segunda muerte por la mariología. Jesús dice: “yo soy la vida” “yo soy el pan” “yo soy la verdad” “yo soy el camino” “yo soy la resurrección” “yo soy la puerta”. Yo y sólo yo, yo y sólo yo. Yo soy, yo soy y sólo yo, soy. Tanta egolatría divina la reparó la mariología.

69) TODOS A LA CANCHA

María es la gran comediadora ante Dios, los santos son comediadores ante Dios. Algunos van con tanta fe a un santo que obvian a la mediadora de todas las gracias. Otros van sólo a ella, derogando el santoral. Los católicos que lograron aterrizar en el paraíso también ayudan a los rezadores de acá abajo. Se atosigan con las tantas colaboraciones y a veces, se extravían en esta feria de mediaciones subordinadas. Nunca falta el pánfilo que decidió mirar sólo a Jesucristo por los siglos de los siglos, sin patinazos.

70) Y JOSÉ CONOCIÓ A MARÍA

Sólo antes del alumbramiento de su primogénito el Nuevo Testamento le denomina virgen, dos veces. Después sólo la llamará madre, más de veinte. Nacido el Redentor, el reino de los cielos nunca más califica a María de virgen, nunca más, y menos si fue conocida por José, su amante esposo. Después del parto los católicos la llaman virgen, el Espíritu Santo no.

71) UNA VELA PARA CADA UNO ES LO JUSTO

Ahí plantaron las imágenes autorizadas de Cristo, de María y de san Pedro ¿A quién saludas primero? ¿o el orden nada altera? Un buen número ni mira a Jesús ¿Cuántos minutos para cada uno es lo saludable? Varios ni miran a María o a san Pedro. Otros pasan de largo con una truculenta inapetencia ¿Todas las devociones dan lo mismo antes de la misa? ¿María es la puerta que corta todos los boletos? ¿Cuál es la receta de la Santa Sede? En nuestro cerro la imagen de la madre de Jesús es la más grande y la asentaron más arriba, mucho más arriba, muchísimo más arriba. La muchedumbre la alcanza con la lengua afuera e impregnada de vicios populares y degradantes. Otros se detienen reflexivos y estratégicos minutos en la estatua de Cristo, con gafas, para contrapesar, en aras de esa guerra en contra de la escandalosa predilección que nuestro cerro le prodiga a María. En este cerro orar a Cristo es una chilindrina ¿En dónde pusieron al Señor, otra vez?

72) LA CARTA DE NAVEGACIÓN

Oremos al Padre por medio de Cristo, con el acaudalado apoyo del Espíritu Santo. Sólo alabamos al Padre, al Hijo y al Consolador. A nadie más le cantamos, ni en broma. Mediante el Espíritu eterno Cristo se ofreció a sí mismo a Dios. El Cordero de Dios es el único digno de gloria, honra, aves, musicales y caminatas. A excepción de Jesús, no hay justo, ni aun uno; no hay inmaculados, ni aun una. La mediación del Espíritu Santo muestra el poder de la mediación de Cristo, promoviendo una inmediata consagración a la Trinidad. Así es todo, eso es todo. Jesucristo es el único y suficiente Redentor. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. “y mi honra no la daré a otro”.

73) AL TRES VECES ADMIRABLE ESPÍRITU DE DIOS

Señora del perpetuo socorro.
Sólo el Espíritu Santo nos socorre.

Estrella del pueblo peregrino.
El único y suficiente guiador del pueblo del Padre
es el Espíritu de amor.

María auxiliadora.
El único y suficiente auxilio es Dios Espíritu Santo, obvio.

María ayuda.
El cien por ciento de toda ayuda proviene
del Espíritu de vida, siempre.

María nos consuela.
El único y suficiente consolador del alma
es el Espíritu de Yavé.

María, estrella de la nueva evangelización.
El único y suficiente sustentador y protagonista
de toda evangelización es el Espíritu Santo.

María nos lleva de la mano a Jesús.
El único que nos lleva de la mano al Nazareno
sin ninguna necesidad de edecán o comitiva,
es el Dios Todopoderoso Espíritu Santo, irrebatiblemente.

El Espíritu Santo es autosuficiente en su ministerio de auxiliador, guía, intercesor ante Cristo, consolador, memorión, santificador y vicario exclusivo de Cristo, y no requiere de una dama de compañía. Cualquier ladrillo palurdo lo comprende.
La Tercera Persona de la Santísima Trinidad no comparte sus tareas y opera sola, sólo dentro de la divina Trinidad.
Glorifiquemos a Dios Espíritu Santo.

74) ADECENTANDO LOCUCIONES MARIANAS

Démosle la bienvenida al Espíritu Santo que reemplazará total y definitivamente a María, la jubilada, entre los católicos. Atención, donde decía María, ahora dice Espíritu Santo, que es lo que corresponde:

“Espíritu Santo de Dios, ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén”.

“Bajo la protección del Espíritu Santo
se acogen los fieles suplicantes
en todos sus peligros y necesidades”.

“Oh Espíritu Santo acuérdate de mí...”.

“Espíritu Santo ven a librar al pueblo
que tropieza y se quiere levantar”.

“Espíritu Santo, ruega a Cristo por nosotros”.

“Espíritu Santo, a Ti suspiramos,
gimiendo y llorando en este valle de lágrimas”.

“Ea, pues, Espíritu Santo, abogado nuestro,
vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos”.

“Espíritu Santo, bendita sea tu pureza”.

“Nada viene a nosotros excepto
mediante la mediación del Espíritu Santo”.

“Nosotros creemos que nadie más puede,
como puede sólo el Espíritu Santo,
traernos a la dimensión divina y humana del misterio”.

“Soy todo tuyo Espíritu Santo”.

“Espíritu Santo, guíanos al Salvador”.

“A Jesús mediante el Espíritu Santo”.

A Dios Espíritu Santo le sobran atributos, talento, contactos, sensibilidad, poder y ternura para reemplazar y desplazar a María y a los santos en absolutamente toda intercesión y comediación, por siempre. Nadie se opone a esta obviedad evangélica. El Espíritu Santo influye poderosamente sobre el Hijo y el Hijo influye poderosamente sobre el Padre. Postrémonos delante de la Santísima Trinidad. Adoremos y arrodillémonos ante ese Espíritu Santo que es el único y suficiente Mediador del Mediador ante el Padre y cochero de los sinceros buscadores de la verdad.

Ave Espíritu Santo. Ave Espíritu Santo. Ave Espíritu Santo.

75) BULA SABATINA DEL PAPA JUAN XXII

María baja todos los sábados al purgatorio a llevarse a los carmelitas que fallecieron portando en sí y en su corazón fielmente el escapulario del Carmen o su medalla sustituta. Aquí la misericordia y la equidad a María se le terminan, porque a todos los demás internos del purgatorio los deja llorando cruelmente pegados a la reja, cada maldito sábado. Los otros sacramentados se sienten humillados y no comprenden tanta desidia de la Madre. Purgantes le encienden neumáticos de protesta ¿Por qué no vacia el purgatorio de una buena vez? ¿de cuánto amor requerirá para este cometido? Algunos llevan diez siglos purgando sus pecados y aún no acceden al monte de la vida eterna. Si en el escapulario habitan las indulgencias y el edén, ¿por qué no podar lo sobrante y tramitador? Si una indulgencia plenaria en el día del Carmen arregla las dificultades de los angustiados, ¿para qué sirven la misa por los difuntos, las penitencias y los otros tantos lardos? Un carmelita imprevisor perdió su escapulario horas antes de cerrar sus dubitativos ojos.

76) LA GRAN DEVOCIÓN MARIANA DE SAN BERNARDO

I

Plegaria mariana original de San Bernardo:

“Si se levantan los vientos de las tentaciones,
si tropiezas con los escollos de la tentación,
mira la estrella, clama a María.
Si te agitan las olas de la soberbia,
de la ambición o de la envidia, mira la estrella,
invoca a María. Si la ira, la avaricia
o la impureza impelen violentamente la nave
de tu alma, mira a María.
Si turbado con la memoria de tus pecados,
confuso ante la fealdad de tu conciencia,
temeroso ante la idea del juicio,
comienzas a hundirte en la sima sin fondo
de la tristeza o en el abismo de la desesperación,
piensa en María.
En los peligros, en las angustias, en las dudas,
piensa en María, invoca a María.
No se aparte María de tu boca,
no se aparte de tu corazón.
Y para conseguir su ayuda intercesora,
no te apartes tú de los ejemplos de su virtud.
No te descaminarás, si la sigues.
No desesperarás, si la ruegas.
No te perderás, si en Ella piensas.
Si Ella te sostiene, no caerás.
Si te protege, nada tendrás que temer.
No te fatigarás, si es tu guía.
Si Ella te ampara,
llegarás felizmente al puerto de salvación.”

II

El mismo rezo de San Bernardo, pero ahora cristianizado:

“Si se levantan los vientos de las tentaciones,
si tropiezas con los escollos de la tentación,
mira la estrella, clama al Espíritu Santo.
Si te agitan las olas de la soberbia,
de la ambición o de la envidia, mira la estrella,
invoca al Espíritu Santo. Si la ira, la avaricia
o la impureza impelen violentamente la nave
de tu alma, mira al Espíritu Santo.
Si turbado con la memoria de tus pecados,
confuso ante la fealdad de tu conciencia,
temeroso ante la idea del juicio,
comienzas a hundirte en la sima sin fondo
de la tristeza o en el abismo de la desesperación,
piensa en el Espíritu Santo.
En los peligros, en las angustias, en las dudas,
piensa en el Espíritu Santo, invoca al Espíritu.
No se aparte el Espíritu Santo de tu boca,
no se aparte de tu corazón.
Y para conseguir su ayuda intercesora,
no te apartes tú de los ejemplos de su virtud.
No te descaminarás, si le sigues.
No desesperarás, si le ruegas.
No te perderás, si en el Espíritu Santo piensas.
Si el Espíritu Santo te sostiene, no caerás.
Si te protege, nada tendrás que temer.
No te fatigarás, si es tu guía.
Si el Espíritu Santo te ampara,
llegarás felizmente al puerto de salvación.”

77) TODOS SOMOS INDIGNOS

Y el que estaba sentado en el trono tenía un libro en su mano y preguntaba: ¿hay alguien digno aquí de abrir este libro? Y no había nadie digno de abrir el libro, tampoco María, la que se supone que ascendió al cielo y que vive cerca del trono y que intercedería por sus devotos, todos paganos. Ella tampoco fue digna de mirar el libro, porque todos somos indignos, incluso María.

78) QUE NADIE SE AGOTE POR ALABARLA

Con una imponente imagen en el centro, es el epicentro. Estrella majestuosa, bella y ornamentada. Todos le cantan, muchos le bailan y le lloran. Es la reina de todas las reinas, la virgen de las vírgenes, la Madre, el auxilio, la gran protectora. Desde el centro lo domina todo, regalando ternura y buenas noticias. Como es el mes de María, fijan la vista totalmente en ella ¿Para qué más si ella está presente? Todas las ovejas saludan fogosamente a la progenitora de Dios, al perpetuo socorro. La alaban, la alaban y la alaban, y aún mucho más. Le rezan, le rezan y le rezan, sólo a ella, con pasión, sin tartamudeos y desestimando las invectivas. Nadie duda que María lo cubre todo, todo, todo. Los suplicantes acuden a ella en todas sus necesidades y anhelos ¿Y a quién más se va a dirigir el angustiado? Es la tres veces admirable, sin pecado concebida. María lo llena todo, todo, todo. Ave María, purísima. Arrodillados frente a su grandiosa imagen, el rebaño descansa en paz, con fe en el futuro y en el más allá. María lo suple y lo abarca todo. La impresionante y tres veces bendecida estatua de ella, es faro, abrigo, consuelo, esperanza y todo lo demás. María lo cubriría todo, todo, todo, absolutamente todo. Jesucristo es el único y suficiente mediador y Redentor.




FIN del libro “El ocaso del avemaría”


Catolicismo traspapelado
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NO SEAS CATÓLICO
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De la antología “LAS SOTANAS DE SATÁN”
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Referencias bíblicas:

01) 1 Corintios 8:6; Juan 6:37; Juan 14:13-14; Juan 14:6; Mateo 11:28; Santiago 1:17; 1 Juan 5:14-15; Lucas 3:13
02) Juan 1:14; Apocalipsis 5:12; Mateo 1:23; Isaías 43:10-15
03) Salmo 35:28; Apocalipsis 5:13; Juan 5:23; Salmo 36:7; Juan 6:45
04) 1 Corintios 2:10-1; Juan 14:26; Juan 14:16; Mateo 3:11; Lucas 12:12
05) Romanos 8:26-27; Mateo 15:25; Mateo 11:28; Jeremías 33:3; Hebreos 7:25; Lucas 11:1-4
06) Isaías 46:9; 2 Crónicas 33:15; Ezequiel 14:5; Efesios 4:18
07) Hebreos 11:1-33; Efesios 3:19; Mateo 11:11; Hechos 6:8; Deuteronomio 34:10-12; Isaías 6:6-9; Jeremías 1:8-12
08) 1 Juan 1:8; Lucas 1:47-48; Lucas 1:30; 1 Juan 1:10; Mateo 11:11; 1 Juan 3:5; Romanos 3:9-10; Eclesiastés 7:20; 2 Corintios 11:25
09) 1 Corintios 8:6; Éxodo 20:3; Hebreos 2:7; Salmo 57:5; 1 Corintios 6:20; Apocalipsis 5:13; 1 Corintios 9:16.
10) 1 Timoteo 2:5; Romanos 8:26-27; Juan 14:13-14; Mateo 15:3; Lucas 18:38; 2 Corintios 12:9-10
11) Marcos 10:46-52; Marcos 5:22-24; Lucas 4:40-41; Lucas 17:13; Salmo 6:2; Salmo 123:1; Hebreos 2:18; Hebreos 4:15-16; Lucas 6:49
12) 1 Crónicas 29:11-18; Isaías 48:11; Deuteronomio 4:35; Hebreos 7:25-26; Deuteronomio 4:24; Josué 24:19-28; Isaías 43:10-12; Romanos 3:10-12; Hebreos 9:14; Salmo 56:3; Deuteronomio 7:5; Filipenses 4:13; Apocalipsis 5:13.
13) Santiago 5:11; Marcos 1:41; Mateo 9:27; Mateo 15:22; Efesios 3:19; Mateo 20:30-31; Salmo 9:13; 2 Corintios 1:3;
14) Hechos 19:26-28 ; Marcos 16:15-18 ; Apocalipsis 7:17; Apocalipsis 9:20
15) 1 Pedro 4:18; 1 Juan 5:14-15; Salmo 18:6; Salmo 55:22; Salmo 86:3; Salmo 3:4; Hebreos 7:25; Jeremías 33:3; Santiago 3:13
16) Deuteronomio 4:15-16; Deuteronomio 11:16; Salmo 81:9; Salmo 36:7; Efesios 5:11; Efesios 3:21
17) Isaías 45:22; Deuteronomio 5:7-9; Deuteronomio 6:13-14; Hechos 10:25-26; Lucas 11:27-28; Lucas 6:46; Apocalipsis 4:11; Apocalipsis 19:1; Juan 7:38.
18) 1 Timoteo 2:5; Romanos 8:26-27; Lucas 20:42; Juan 14:13-14; Mateo 15:3; Lucas 18:38; 2 Corintios 12:9-10
19) Salmo 119:130; Salmo 54:4; Juan 5:39; Hechos 17:11; Proverbios 30:6
20) Levítico 26:1; 1 Juan 5:21; Apocalipsis 19:7-8; Salmo 119:28
21) Mateo 1:25; Marcos 3:31-32; Salmo 69:8
22) Romanos 16:27; Efesios 2:18; Efesios 3:11-12; Deuteronomio 4:15-16; 2 Corintios 13:14; Filipenses 4:1
23) Hechos 7:59; Lucas 8:21; Levítico 26:1; Salmo 34:5; Josué 24:19-24; Hechos 7:55
24) Lucas 11:27-28; Mateo 12:48-50; Lucas 1:48; Apocalipsis 14:13
25) Hebreos 9:24; 1 Timoteo 2:5; Hebreos 12:24; Juan 14:6; Salmo 115:1-11; Romanos 8:34; Romanos 8:25; Hebreos 7:25
26) Salmo 62:5-6; Salmo 55:22; Juan 15:14; Mateo 15:25; Lucas 17:13; Isaías 2:8; Tito 2:1
27) Mateo 11:28; Mateo 20:30-34; Hechos 4:12; Juan 14:13-14;
1 Corintios 8:3-7; Juan 7:38; Marcos 12:24
28) Salmo 62:2; Salmo 49:7-8; Hechos 4:12; Isaías 43:11; Isaías 53:6; Apocalipsis 5:9; Apocalipsis 1:5; Hebreos 9:24; Hebreos 7:27; Hebreos 9:12; Hebreos 9:26
29) Lucas 2:7; Mateo 13:55-56; Juan 3:16; 1 Corintios 9:5; Mateo 1:25; 1 Corintios 7:3-5
30) Juan 3:13; 1 Corintios 15:23; Génesis 3:19; Gálatas 1:10
31) Isaías 45:22; Salmo 62:5-6; Mateo 11:28; Lucas 11:27-28; Lucas 8:20-21; Gálatas 4:26; Mateo 12:36-37
32) Salmo 62:6; Hechos 4:12; Apocalipsis 7:10; Salmo 27:1; Romanos 5:15; 1 Corintios 8:6
33) 2 Corintios 11:3; 2 Corintios 11:14; 2 Timoteo 4:4; 2 Tesalonicenses 2:9-12; Proverbios 19:3.
34) Apocalipsis 5:12; 2 Timoteo 4:4; Apocalipsis 9:20-21; Isaías 48:11; 1 Corintios 2:2; Hebreos 8:6; Juan 3:13; Filipenses 4:20
35) 1 Juan 2:1-2; Salmo 62:5-8; Salmo 37:7; Hebreos 4:15-16; Juan 14:16; Lucas 17:13; Marcos 10:46-52
36) Marcos 3:32; Mateo 1:25; Salmo 69:8; Éxodo 20:3
37) Hechos 17:7; Apocalipsis 4:9; Mateo 4:10; Romanos 16:27; 2 Samuel 22:2-4
38) 1 Corintios 2:11; Lucas 3:16; Tito 3:5; Mateo 11:28
39) Isaías 48:11; Salmo 91:15; Isaías 44:10; Mateo 6:13; Romanos 11: 36
40) Apocalipsis 5:12; Juan 3:35; Isaías 45:20-22; Isaías 33:2; Salmo 62:5-6; 1 Timoteo 2:5; Salmo 62:8; Romanos 8:26
41) Romanos 16:13; Mateo 12:47-50; Lucas 1:43; Isaías 43:10; Salmo 65:1; Isaías 44:9-10
42) Apocalipsis 15:4; Isaías 6:3; Ezequiel 39:7; Salmo 99:3
43) Lucas 2:49-50; Marcos 3:21; Juan 2:3-5; Juan 1:9
44) Lucas 2:21-24; Levítico 12:1-8; Lucas 1:47
45) Salmo 34:17; Juan 6:37; Colosenses 1:19; Apocalipsis 3:20; 1 Pedro 5:7; Mateo 8:27; Salmo 46:1
46) Eclesiastés 9:5-6; Juan 3:13; Hebreos 4:14-16; Romanos 1:25; 1 Timoteo 6:15-16; Colosenses 3:23
47) Génesis 3:15; Gálatas 3:16; Romanos 16:20; 1 Juan 3:8; Hebreos 2:14
48) 2 Pedro 1:4; 1 Timoteo 6:15-16; 1 Timoteo 1:17; Romanos 16:27 Salmo 23:1; 2 Pedro 3:13; Salmo 50:22; Salmo 91:1-10
49) Salmo 95:1-8; Mateo 4:10; Hechos 19:28; 1 Corintios 9:16; 2 Corintios 6:17.

50) Salmo 31:1-5; Efesios 4:18; Efesios 5:5; Santiago 1:5; Hebreos 13:8
51) Mateo 1:25; Génesis 4:1; Lucas 1:34-35
52) 1 Corintios 7:3-5; Proverbios 5:18-19; Jueces 11:38; Mateo 1:25; Cantares 2:16; Salmo 69:8; Mateo 13:55
53) Apocalipsis 5:12; Gálatas 4:4; Isaías 45:22; Apocalipsis 1:6; 2 Pedro 3:18; Juan 1:14
54) Hebreos 7:25; Romanos 8:34; Hebreos 9:24; Santiago 4:10
55) 1 Juan 1:8-10; Juan 19:26-27; Hebreos 4:15; Romanos 3:23; Romanos 3:10; Lucas 6:46; Eclesiastés 7:20
56) Gálatas 4:26; Hechos 1:14; Romanos 16:13; Hechos 2:2
57) Apocalipsis 12:1-2; Génesis 37:9; Jeremías 6:2; Génesis 43:23-26; Salmo 84:11; Malaquías 4:2
58) Juan 2:5; Juan 12:48; Deuteronomio 4:2; Marcos 7:7-9; Hechos 4:12; Juan 14:13-14; Juan 14:26
59) Romanos 5:15; 2 Corintios 9:8; Romanos 16:20; 1 Pedro 5:10; Hebreos 4:16; Hechos 6:8; 2 Corintios 13:14
60) Jueces 5:24; Juan 2:5; Hechos 1:24; Lucas 1:28; Jueces 5:24; Mateo 11:11; Mateo 15:28
61) Juan 3:13
62) Salmo 142:5; Hechos 17:11; Apocalipsis 22:18-19; Mateo 6:8; Salmo 141:8
63) Juan 16:24; 1 Crónicas 29:11-17; Hebreos 13:15; Juan 8:47; Salmo 50:15
64) Hebreos 12:24; 2 Corintios 13:14; 2 Timoteo 3:16-17; Juan 14:6; 1 Pedro 1:2; 2 Timoteo 4:17-18
65) Juan 1:14
66) 1 Reyes 11:5; Filipenses 2:9-10; Apocalipsis 5:12; Deuteronomio 4:23-24; Jeremías 44:16-25; Apocalipsis 19:6
67) Juan 6:35; Isaías 45:22; Apocalipsis 9:20-21; Efesios 6:15
68) Juan 14:14; Juan 15:5; Juan 15:14; Juan14:6; Éxodo 3:14; Hechos 22:8
69) Juan 14:6; Isaías 45:22; Eclesiastés 9:5-6; Juan 9:11; Gálatas 5:24
70) Mateo 1:25; Lucas 1:27; Mateo 1:23; Lucas 8:19
71) Juan 10:7; Marcos 15:47; 1 Timoteo 6:15-16; Mateo 4:10; Hebreos 10:19-22; Romanos 16:27; Hebreos 13:8; 1 Timoteo 1:17
72) Isaías 48:11; Romanos 3:10; Apocalipsis 5:13; Isaías 45:22; Isaías 55:6; 1 Timoteo 2:5; Juan 14:6; Mateo 11:28; Hebreos 9:14; 2 Corintios 13:14
73) Romanos 8:26-27; Juan 14:16; Juan 14:26; 1 Corintios 2:11; Hechos 10:44; Lucas 3:16; Hechos 2:38
74) Romanos 8:14; Romanos 8:26-27; Juan 14:16; Juan 16:4-15; 1 Corintios 2:10; 1 Crónicas 29:11-13; Efesios 3:12
75) 1 Tesalonicenses 1:10; Oseas 13:14
76) Salmo 37:17; Salmo 145:14
77) Apocalipsis 5:2-4
78) Salmo 61:5; Isaías 44:9-11; Salmo 34:17-29; 1 Timoteo 2:5



JAIME FARIÑA MORALES
ARICA- CHILE

jfm

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